Haciendo un alarde de su elegancia minimalista más sofisticada, Adolfo Dominguez rinde un homenaje a la histórica ruta de la seda que comunicaba a Europa con Oriente, desde Venecia hasta Mongolia:
Hace calor y abro la ventana, hebras de sándalo suben hasta mí. Desde el tren no se ven las fronteras. ¿Para qué quiero el equipaje? Voy cargado de cosas, solo necesito una camisa blanca, un libro y mirar por la ventada.Sitio oficial | Adolfo Dominguez
Desde el tren.
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