¡Saludos, estimado lector! Días después de mostraros algunos de los locales más cool de Madrid en la #Ruta43, hoy publico un post más íntimo de lo habitual en el que os contaré algunos detalles de mi vida que han sido claves para pertenecer a la Generación 43.
¿Qué aún no sabes qué es la Generación 43? ¡Pues sigue leyendo!
A la Generación 43 pertenecen aquellas personas que huyeron de las líneas marcadas por la sociedad y crearon su propia historia impulsados por sus sueños. Estas personas luchan por lo que quieren y no tienen miedo a fallar. Levantarse tras un varapalo, y aprender sobre ello, es una de sus mayores virtudes. De hecho, Generación 43 debería ser un sinónimo de la palabra resiliencia. Libertad también podría servir, porque estas personas son los dueños de su vida y actúan como creen oportuno en el momento oportuno. Se dejan llevar por las emociones, pero siguiendo la misma línea de coherencia que les ha aupado a lo más alto. Si te sientes identificado con estas palabras, lee este manifiesto para asegurarte que tú también perteneces a la Generación 43
¿Por qué creo que pertenezco a la Generación 43?
¿Por dónde íbamos? ¡Ah, sí! Os estaba contando aquella vez que no pude hacer un cameo en un videoclip de David Hasselhoff porque tenía que abrir una óptica. Pues eso, cuando me introduje en el mercado laboral, me empecé a interesar más por la vestimenta masculina. Se recomendaba vestir de una manera mucho más formal y quise hacerlo de la mejor manera posible. En mi búsqueda de inspiración, descubrí que los blogs de moda estaban en pleno auge pero que, en la parcela masculina, no había ninguno que cumpliera con las expectativas que yo tenía en ese momento. Así, queridos amigos, nació Rayas y Cuadros. Esta web surgió como auto-aprendizaje y, de paso, como inspiración para aquellos hombres que se encontraban en la misma situación que yo.
Muy despacio, pero a ritmo constante, las visitas y los seguidores del blog fueron creciendo. Esta situación me animaba a seguir mejorando para ofrecer mejor contenido. El crecimiento lento, pero constante, también me ha enseñado una cosa muy importante: para conseguir un objetivo hay que ser paciente, con constancia y dedicación todo acaba dando sus frutos. Y así fue, pasados varios meses, empecé a recibir notas de prensa (yeah, como las revistas que yo leía) y pequeñas ofertas de colaboración. En ese punto ya estaba totalmente enganchado a mi blog y soñaba con vivir de ello. ¿Y por qué no intentarlo? Y así fue, a los 3 años de crear Rayas y Cuadros, decidí dejar la óptica para venirme a Madrid a intentar ganarme la vida con mi web de moda. Os aseguro que cuando llegué a la capital, ganaba con el blog lo justo para pagar el alquiler. Me fui manteniendo con la que tenía ahorrado y hoy, dos años y medio después, puedo decir con orgullo que gano más y vivo infinitamente mejor que cuando trabajaba en la óptica. No vivo mejor porque gane mucho dinero, que no es el caso, sino porque en mi día a día tengo la suerte de ir de un lado a otro conociendo a nuevas personas y lugares que, en mi anterior vida, muy difícilmente hubiese conocido. Casi ningún día es igual al otro y, al ser mi propio jefe, soy libre de planificarme de la forma que mejor crea conveniente. Por supuesto, llegar hasta dónde estoy no ha sido fácil y he tenido muchos días en los que he pensado que fracasaría. Es más, soy consciente de que aún tengo mucho que aprender y que mejorar para seguir adelante, ¡el mundo digital, al igual que la moda, cambia constantemente!
¿Por qué creo que pertenezco a la Generación 43? Porque dejé mi trabajo, con contrato indefinido, para dedicarme a hacer lo que realmente me apetecía. Resumiendo, podríamos decir que esto es lo que he aprendido en los últimos años:
- Prejuzgar a la gente sirve de bien poco.
- Los objetivos no llegan rápido, la constancia y la paciencia son fundamentales para conseguir el premio.
- No hay que tener miedo al qué dirán y hay que perseguir los sueños.
- Ser tu propio jefe mola un montón, aunque a veces te acojonas por la incertidumbre del futuro.
- El acojonamiento, en pequeñas dosis, es bueno porque te ayuda a innovar y superarte.
- Aquello que dicen los coach rancios de la tele es verdad: si quieres, puedes.
- Aunque ahora mismo esté hablando como un coach, no me creo un coach. Por suerte, mañana volveremos a tener moda.
- La palabra coach mola, pero en español significa entrenador. Y yo lo único que he entrenado ha sido a Pokemons, y fue en la Game Boy Color.
- Decir tonterías me hace feliz.
Nada más, para despedirme, os dejo con la web de la Generación 43 donde encontraréis artículos con contenido mucho más interesante que la chapa que os acabo de soltar.
¡Gracias por leer!
Artículo publicado por Javier Ollero para Rayas y Cuadros (www.rayasycuadros.net)
Todos los derechos reservados
Desde luego, tuviste mucha vista (jojojo, qué ingenioso) al apostar por el blog ;)
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