¡Saludos, amantes de la buena vida! Tal y como pudisteis ver por mis redes sociales, especialmente por Instagram, hace unos días estuve disfrutando de uno de mis nuevos rincones favoritos de España: la Costa Brava de Cataluña. Para realizar este inolvidable viaje sobre ruedas, volví a decantarme por mi querido Mazda CX-5 porque necesitaba mucho espacio para los pasajeros y buscaba un coche lo más seguro posible para recorrer, en apenas cuatro días, más de 1.500 km (para saber de qué hablo, te recomiendo leer este post de presentación y este otro de conducción sobre la nieve).
Así que, si estás pensando en hacer una escapada a la Costa Brava, a continuación, ¡te invito a descubrir todas mis recomendaciones y secretos de este gran enclave!
El Mazda CX-5 ha recibido la máxima calificación en las pruebas de choque realizadas por Euro NCAP, un gran reconocimiento en materia de seguridad que lo convierten en el candidato ideal para un largo viaje.
Si vas a subir desde Madrid, o algún punto más alejado de la península, mi recomendación es que planifiques un viaje de al menos 4 días de duración. La Costa Brava está lejos, muy cerca de la frontera de Francia, y tiene mucho por descubrir. Además, una vez allí, tardarás bastante en desplazarte de un punto a otro porque sus carreteras son estrechas y repletas de curvas. No obstante, lejos de ser un handicap, esta condición se convierte en un aliciente porque las vistas de las montañas del Alto Ampurdán, que a menudo descubren playas de agua turquesa, son una gozada para el conductor.
La carrocería Soul Red Crystal de mi Mazda CX-5 se camuflaba a la perfección con la belleza de los pueblos pesqueros de Costa Brava (en imagen, Puerto de la Selva).
Cadaqués. Os recomiendo dividir vuestro viaje en dos partes. Para la primera etapa, será indispensable pernoctar en Cadaqués, el pueblo más oriental de la península ibérica que en su día enamoró a artistas como Federico García Lorca, Pablo Picasso y, sobretodo, Salvador Dalí.
Tus misiones para esta primera etapa:
- Piérdete por sus calles para empaparte de su esencia y entender por qué todo el mundo te habla tan bien de este pueblo.
Cala Nadadora, con el faro de Cap de Creus de fondo.
- Báñate en al menos 4 calas de los alrededores, todas con su propia personalidad pero con el mismo agua transparente.
- Visita la Casa Museo de Salvador Dali en Portlligat, nada mejor que un genio como Dalí para hacer tu check cultureta.
- Haz el Camino de Ronda hasta el Cap de Creus, es una excursión de 4 horas de duración que merece la pena al 100% (en este link tienes la ruta explicada paso a paso).
- Quédate en el Cap de Creus al atardecer y tómate algo mientras disfrutas de las vistas con música en directo, momento mágico de anuncio de televisión.
Locura gastronómica y trato exquisito en Compartir.
- Come en Compartir, un restaurante formado por ex-plantilla de El Bulli que dejará a tu paladar bien loco. Si puedes, opta por el menú de degustación (70€). De todas formas, si no te encaja, tienes otras opciones magníficas como Can Tito o Talla para empaparte de la gastronomía de la zona.
- Visita algunos de los pueblos de alrededor, especialmente, Port de la Selva.
El Mazda CX-5 tiene grandes dimensiones, pero gracias a sus múltiples sensores de alerta y cámaras de posición, pudimos callejear sin problema por los pueblos de la región.
Palafrugell. Una vez hayas realizado todas estas misiones, pondremos rumbo al sur para descubrir esta región del Bajo Ampurdán, repleta de pueblos preciosos a los que visitar. Ahora os los iré enumerando para que elijáis alguno donde pernoctar, aunque yo lo hice en Llafranc y me pareció una decisión de lo más acertada.
Tus misiones para esta segunda etapa:
- Cómete un arroz en Toc Al Mar, con vistas top de la cala de Aiguablava.
Los pueblos de la Costa Brava tienen su propia personalidad, de izquierda a derecha: Begur, Calella de Palafrugell, Puerto de la Selva y La Bilsbal del Ampurdán.
- Visita el pueblo de Begur, y sube hasta su castillo para admirar semejante belleza.
- Desde allí, con vistas, elige una playa en la que bañarte.
- Aparca en Llafranc, vuelve a bañarte en su generosa cala y haz el Camino de Ronda (menos de 15 min) hasta Calella de Palafrugell (de hecho, puedes darte allí otro chapuzón).
Es difícil escoger uno, pero es posible que Llafranc sea mi pueblo favorito de la zona.
- Visita el Faro de San Sebastián, uno de los iconos de la zona.
- Si te gusta la cerámica, así como cazar antigüedades para decorar tu casa, te recomiendo acudir La Bisbal del Ampurdán, un pueblo de interior muy cool.
¿Arrocito de competi con vistas? Alright, puedes tomártelo en Toc al Mar.
- Una vez más, empápate de la gastronomía de los mejores restaurantes de la zona.
- Si puedes, antes de volver a casa, haz una parada en Girona, te sorprenderá su centro histórico.
Acá el menda, repleto de felicidad, asomando torso por el techo solar eléctrico. Tranquilos, me descalcé para no estropear su preciosa tapicería de cuero beige.
¿Demasiadas misiones? Es posible, pero no pasa nada porque tiene fácil solución: podéis volver de nuevo o alargar la estancia. Como última recomendación, yo intentaría ir a principios de junio o finales de septiembre porque son pueblos y calas pequeñas que, en temporada alta, pienso deben resultar bastante agobiantes. Por lo demás, no os preocupéis porque la Costa Brava cumplirá con vuestras expectativas.
Yo estoy seguro de que volveré a repetir, mi única duda es si volveré con el CX-5 o me decantaré por otra joya de la familia Mazda 😉
Nada más que añadir, ¡buen viaje y gracias por leer!
Más información sobre el coche en Mazda Oficial
Artículo publicado por Javier Ollero para Rayas y Cuadros (www.rayasycuadros.net)
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